Me senté en mi puerta, como una niña
para verte llegar desde aquí
sólo veo rostros
desconocidos;
tengo un presentimiento gris
hoy te esperé
como quien juega un número
sin fe
y ya no sé si volverás
porque ayer hablé de más
al anochecer.
Nací para amartey te amare aunque pierda la razon